Las “sombras” están al asecho. El balance se rompe, el Cielo está a punto de desmoronarse, y la única forma de detener a la oscuridad, es encontrar a las reencarnaciones de los antiguos dioses. Después de tantos años el Cielo y el Infierno, por fin tienen una pista de dónde pudieron haber nacido. Los demonios han sido enviados a protegerlos, ¡debe ser una broma!