Humanos y espíritus nunca han podido convivir. Los humanos son incapaces de percibir a los espíritus, y estos no pueden tocar a los humanos sin sentir dolor. Por eso, cuando Verónica se ve atrapada en el mundo de los espíritus todo parece perdido... hasta que Últaleir, un hombre lobo que es el objetivo de las burlas de su clan, decide ayudarla. En ese momento, humana y espíritu forman una alianza con la intención ayudarse mutuamente para sobrevivir... sin sospechar del destino que les aguarda.