Lara y Lola están convencidas de que la señora que regenta la casa rural donde deben pasar todas sus vacaciones en un pueblecito de los Pirineos es una bruja. A Lola, que es una niña muy miedosa esta idea le aterroriza, sin embargo a la temeraria de Lara le entusiasma. Pronto descubrirán que la Tía Augurios no solo parece una bruja, sino que también lo es y lleva viva muchos, muchos años.