Dios ha desaparecido y el universo se prepara para el reinicio final. Los Mandamientos, ahora entidades humanoides sin rumbo ni propósito, viven confinados en una casa celestial mientras el tiempo se agota. Sin fe, sin obediencia y sin reglas claras, su existencia pende de un hilo. Entre conflictos, revelaciones y recuerdos de un creador ausente, solo una cosa es segura: el orden divino ya no existe.

Me gusta el silencio